Aunque Jordi González y 'La Noria' tomaban la pasada semana el turno de réplica ante una semana llena de polémicas y críticas y polémicas por entrevistar a Rosalia, la madre del Cuco, ahora el presentador de Telecinco ha hablado en 'La Otra Crónica' sobre un boicot orquestrado, según considera y cree, "por los rivales" y sobre la fuga de anunciantes.
"No tengo intenciones de dejar 'La Noria'"
Jordi ha querido aclarar que "no se me ha pasado por la cabeza ni tengo intención dejar 'La Noria', pero si quisiera o decidiera hacerlo, no problema del mismo modo que cuando 'TNT' tomó un rumbo con el que no estuve deacuerdo, pedí el relevo y me liberaron".
"Yo no elijo los contenidos, me limito a presentar lo mejor que sé"
Además, González recuerda que "es el director y la cadena quienes eligen los contenidos, yo me limito a presentarlos de la mejor forma que sé"
"No podemos dejar que las empresas decidan los contenidos"
En cuanto a la fufa de anunciantes de 'La Noria', el presentador entiende que "con su dinero pueden hacer lo que quieran. Y a la vez reivindico que nos dejen hacer con nuestro dinero lo que mejor nos parezca". Sin embargo añade que "no son las empresas que se anuncian las que deben decidir los contenidos del espacio".
"Es una guerra comercial teledirigida por los rivales"
Según la teoría de Jordi, "esto en el fondo es una guerra comercial. No puede ser casual que pocos días después de presentar la cuenta de resultados del último trimestre, en la que la única cadena que ha tenido beneficios es Telecinco, haya sucedido esto. No voy a acusar a nadie, pero aquí hay una guerra teledirigida por los rivales".
"La audiencia ve 'La Noria' a pesar de tener otros 40 canales a elegir"
'Otra televisión es posible' una plataforma movida en las redes sociales y que le hace gracia al presentador ya que considera que "debería llamarse 'Otra televisión ya existe'. Cualquier español tiene más de 40 canales a su disposición. A la misma hora en la que se emite 'La Noria' pueden ver unas películas magníficas, pero no lo hacen".
Tras poner el Twitter en off, al recibir "dardos envenenados por todas partes", el presentador se ha tomado una semana en Miami de 'desconexión'.
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