Este viernes Spanair comunicaba de forma repentina, pero esperada, su cese de actividad. La compañía de vuelos deja de operar después de que a su complicada coyuntura, que ha invitado a la integración de muchas aerolíneas, se haya unido finalmente una frustrada gestión de entrada de Qatar Airways, para garantizar su viabilidad y ''supervivencia''. A ello se ha sumado de forma decisiva la retirada de fondos públicos por parte de la Generalitat de Catalunya que, con intención de lograr un 'hub' en el Aeropuerto de Barcelona, era el principal inversor.
La Generalitat catalana ha justificado a Spanair mediante un comunicado que no puede seguir invirtiendo en la aerolínea debido a que debe ser cauta y cuidadosa en los gastos y prioridades dado el contexto de crisis. Sin embargo, expresa su "voluntad de seguir trabajando para mejorar la conectividad del Aeropuerto de Barcelona". Y esque la empresa aérea lleva mucho tiempo en números rojos. En verano La Caixa dio un serio aviso a la Generalitat de que no estaba dispuesta a poner más dinero para mantener viva la empresa, aunque finalmente volvió a cubrir sus necesidades. Aún así, Spanair era ya un "pozo sin fondo", confirmado por el cierre del 2011 con pérdidas operativas de 97 millones de euros. La debilidad ante la crisis, la competencia y el alto precio del crudo han sido otros factores añadidos en su contra.
La Generalitat catalana ha justificado a Spanair mediante un comunicado que no puede seguir invirtiendo en la aerolínea debido a que debe ser cauta y cuidadosa en los gastos y prioridades dado el contexto de crisis. Sin embargo, expresa su "voluntad de seguir trabajando para mejorar la conectividad del Aeropuerto de Barcelona". Y esque la empresa aérea lleva mucho tiempo en números rojos. En verano La Caixa dio un serio aviso a la Generalitat de que no estaba dispuesta a poner más dinero para mantener viva la empresa, aunque finalmente volvió a cubrir sus necesidades. Aún así, Spanair era ya un "pozo sin fondo", confirmado por el cierre del 2011 con pérdidas operativas de 97 millones de euros. La debilidad ante la crisis, la competencia y el alto precio del crudo han sido otros factores añadidos en su contra.
Su fortuito cierre arrastra unas deudas de cerca de 350 millones de euros más lo que comportará rescindir los contratos e indemnizar los despidos de unos 2.400 trabajadores (mínimo unos 70 millones). Se suma a ello la reclamación por los importes de los billetes vendidos y las indemnizaciones a tantos clientes que se han visto afectados (la cifra total de damnificados podría superar el medio millón) y que están siendo atendidos y recolocados en vuelos de otras compañías en la medida de lo posible, no en todos los casos con efectividad, solución o conformidad. Sin embargo los acreedores tienen difícil cobrar ya que, como en quiberas similares de aerolíneas como Air Comet o Air Madrid, estas compañías apenas cuentan con activos con los que hacer frente a sus deudas una vez que dejan de operar.
El Ministerio de Fomento, por su parte, ha abierto dos expedientes por infracciones muy graves a Spanair que conllevarán una multa de hasta 9 millones más, que pasarán a formar parte del mismo pasivo incobrable. Al margen de estas deudas, Spanair debe unos 80 millones a sus proveedores.
Fuente: LV
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