Tàpies se había convertido en un referente universal en el arte contemporáneo no solo como pintor sino también como escultor e intelectual de primera fila, con títulos como el de marqués por parte del Rey o el primer Honoris Causa de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona de quien diseñó su logo.
Influenciado por la espiritualidad oriental, el budismo zen y Joan Miró, su estilo personal destacó y estuvo marcado por las rugosidades, las rasgaduras, las grietas, las cruces y números y signos de su mitología propia junto con trazos enigmáticos para reflejar la condición humana, la rueda de la vida y sobre todo el insoslayable problema del dolor.
En su arte se plasmaba de forma especial occidente y oriente, lo particular y lo universal, ciencia y mística, lo vulgar y lo sublime. Gran cultivador de nuevas técnicas de dibujo, litografía y 'collage' sobre nuevos soportes plásticos. Su muerte pone fin a uno de los grandes del arte catalán y universal.
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